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Por Angel Requena

Descubren un gran agujero negro en la Vía Láctea

Un grupo de científicos aseguró haber descubierto en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, un enorme agujero negro, el misterioso objeto celeste que succiona todo a su alrededor, incluida la luz.

Al observar la órbita de una estrella alrededor de un campo gravitacional invisible, un equipo internacional de científicos descartó otras posibles explicaciones del fenómeno.

Durante más de 20 años, los astrónomos han estado reuniendo información acerca de los agujeros negros, que se detectan al medir su efecto en las estrellas cercanas o la actividad alrededor de sus bordes.

Existen indicios crecientes de un gran agujero negro, más de un millón de veces la masa del Sol, en el centro de nuestra galaxia y otras, pero el doctor Reinhard Genzel, del Instituto Max-Planck de Física Extraterrestre, y su equipo creen que su investigación es hasta ahora la mejor prueba.

"La mayoría de los astrofísicos aceptará que los nuevos datos ofrecen pruebas convincentes de que existe un agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea", dijo Alvio Renzini, científico del Observatorio Europeo del Sur en Chile.

Se cree que los agujeros negros, como el del centro de la Vía Láctea, son los restos de un quásar fallecido. Un quásar es el corazón poderoso y superbrillante de las galaxias.

Postulados por primera vez por Albert Einstein, los agujeros negros han sido descritos como la victoria final de la gravedad, debido a su capacidad de succionar estrellas y otros astros galácticos.

Fuente: www.cnienlinea.com 17/10/2002

Se descubre agua en el polo norte de Marte

El espectrómetro de rayos gamma de la sonda Mars Odyssey ha encontrado hielo de agua en el polo norte marciano. Este aparato detecta los rayos gamma y neutrones emitidos por la superficie marciana cuando esta es alcanzada por los rayos cósmicos. Observando esta radiación, los científicos aprenden muchas cosas sobre la composición de la superficie y el subsuelo de Marte, ya que los rayos cósmicos provocan reacciones distintas dependiendo del material alcanzado.

Cuando la sonda llegó a Marte en octubre pasado, era invierno en el hemisferio norte y su polo estaba cubierto de una espesa capa de dióxido de carbono (llamado 'hielo seco'). Pero desde febrero hasta septiembre, debido a la llegada de la primavera, los sensores han sido capaces de detectar la capa de agua helada que había debajo. Las lecturas se corresponden con lugares donde el agua de hielo es estable. Igor Mitrofanov, investigador principal del Detector de Neutrones de Alta Energía comentó que la sonda Viking 2 aterrizó muy cerca de esta zona y que su hubiese profundizado un poco en el terreno hubiese encontrado agua.

Los investigadores han observado también que cuando la capa de dióxido de carbono retrocede, el centro de esta capa parece ser más grueso, lo que había sido predicho mediante simulación por ordenador. En el anillo de agua observado al sublimarse el dióxido de carbono, hay un hueco centrado en la longitud 35º oeste, que corresponde a una región más deprimida, donde la atmósfera es más gruesa y fue depositado más dióxido de carbono durante el invierno.

Además se han descubierto menos neutrones de los esperados, lo que sugiere que la atmósfera polar norte está enriquecida con nitrógeno que absorbe los neutrones, ya que cuando el dióxido de carbono se condensa, el nitrógeno permanece en el aire.

Fuente: www.100cia.com 18/10/2002

Colisión Galáctica

Un grupo de astrónomos ha identificado la vívida cicatriz de una catástrofe cósmica, un arco azul de miles de años-luz de longitud que se produjo cuando una galaxia chocó contra otra más pequeña y la deshizo, asimilándola completamente. El arco está hecho de cúmulos de jóvenes estrellas azules.

Estas estrellas se formaron durante el mismo choque, cuando la galaxia mayor, llamada Centauro-A, absorbió a la menor, hace entre 200 y 400 millones de años. El trabajo de investigación realizado alrededor del fenómeno sugiere que la asimilación de pequeñas galaxias puede ser un mecanismo importante en la formación de los halos galácticos, los perímetros exteriores de muchas galaxias, donde las poblaciones estelares son escasas.

Para Eric Peng, de la Johns Hopkins University, estamos ante la mejor prueba de que los halos galácticos se forman a partir de la acreción de galaxias satélite enanas. Su principal interés reside en la dificultad de su estudio y porque podrían preservar las condiciones que expliquen cómo se formó y evolucionó la galaxia.

El arco azul se hizo visible en varias imágenes especialmente procesadas de Centauro-A, obtenidas con el telescopio de 4 metros de diámetro del Cerro Tololo Inter-American Observatory, en Chile. Las observaciones se efectuaron en 2000.

Centauro-A se encuentra a unos 10 millones de años-luz de nosotros. Es visible mediante prismáticos, pero sólo desde el hemisferio sur terrestre. Sin duda, es una de las galaxias más próximas a nuestra Vía Láctea. Sus características principales son una vía central de polvo y gases, y signos de actividad violenta que sugieren una fusión galáctica previa.

El arco ya era conocido con anterioridad, pero nadie conocía su origen. La cámara especial Mosaic-II, instalada frente al telescopio Blanco, ayudaron a aclarar las cosas. Esta cámara obtuvo distintas imágenes de Centauro-A a través de varios filtros de color. Se pusieron así de manifiesto las jóvenes estrellas azules del arco. El cálculo de su edad ayudó a estimar su origen y el momento de la fusión galáctica.

Como galaxia elíptica que es, Centauro-A probablemente se formó por la unión de otras dos galaxias grandes. La absorción de la galaxia pequeña es un hecho mucho más reciente. Esta última podría haber sido un satélite de Centauro-A. De la misma manera, dentro de mucho tiempo, la Vía Láctea y la Galaxia de Andrómeda se fusionarán. Es muy posible que en el proceso se vean implicadas las galaxias satélite de ambas, como las nubes de Magallanes

Fuente: Noticias del Espacio 18/10/2002

Nueva luna de Urano

Un grupo de astrónomos ha descubierto y confirmado la existencia de una nueva luna del planeta Urano. Llamado provisionalmente S/2001 U 1, es el satélite número 21 de este lejano mundo gaseoso. Es pequeño y quizá el resultado de antiguas colisiones entre cuerpos mayores, durante la formación del sistema planetario.

Las estimaciones sugieren que es irregular y que mide entre 10 y 20 km. Este tipo de satélites es difícil de encontrar porque son muy poco brillantes y suelen estar a mucha distancia del planeta, de manera que cuesta distinguirlos del fondo estelar. Para conseguirlo, los astrónomos deben usar técnicas de observación especiales.

Dado que se formaron lejos del Sol, estos objetos podrían tener una composición similar a la de los cuerpos más primitivos del Sistema Solar. De aquí su interés. La identificación de S/2001 U1 y la determinación de su órbita requirió de intensos esfuerzos por parte de varios telescopios, situados tanto en Norteamérica como en Sudamérica. Sus descubridores fueron Matthew Holman, del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics, y J.J. Kavelaars, del Dominion Astrophysical Observatory. Lo hallaron en imágenes tomadas en agosto de 2001 desde el observatorio chileno de Cerro Tololo. Dumas y Phil Nicholson, de la Cornell University, lo volvieron a fotografiar entonces desde el Palomar Observatory, un mes más tarde. Su posterior seguimiento desde los telescopios de 8 metros de diámetro del European Southern Observatory, en Chile, permitió definir su órbita.

Con 21 satélites conocidos, Urano es uno de los planetas con mayor prole a su alrededor. Los científicos opinan que muchos de ellos son fragmentos de otros mayores que colisionaron entre sí, proporcionándoles su aspecto irregular.

Fuente: Noticias del Espacio 29/10/2002

Descubierta la estrella más lejana del Universo

Una estrella cuyo origen se podría remontar a los albores del universo ha sido observada por primera vez.
La gigante HE0107-5240 es la estrella más antigua descubierta en la Vía Láctea y podría haber surgido hace aproximadamente 14.000 millones de años.
Pertenece a la primera generación de estrellas creadas con elementos simples resultantes del Big Bang y, a diferencia de las más jóvenes, virtualmente no contiene metales.
"Estas viejas estrellas ofrecen pistas clave sobre la historia de la formación de las estrellas y sobre la síntesis de los elementos químicos a principios del universo", escriben en la revista Nature los astrónomos que la descubrieron.
"Si se pudiera encontrar estrellas que no contuvieran ningún tipo de metales, se podría estudiar directamente el gas prístino del Big Bang", agregan Norbert Christlieb y sus colegas de la Universidad de Hamburgo, Alemania.
Tras el Big Bang, el universo estaba formado sobre todo por hidrógeno, un poco de helio y una cantidad menor de litio, por lo que las primeras estrellas sólo habrían contenido estos elementos.


La primera generación de estrellas convirtió a estos elementos ligeros en otros más pesados, como el carbón, el fósforo, el hierro y el acero, a los que los astrónomos llaman colectivamente "los metales".
Cuando las estrellas más antiguas explotaron, "contaminaron" el cosmos con estos elementos más pesados que pasaron a formar parte de una generación más joven de estrellas, incluido el Sol.
La existencia de estrellas sin contenido metálico o con un contenido muy bajo había sido vaticinada décadas atrás, pero como no se había encontrado ninguna hasta la HE0107-5240, algunos científicos sospechaban que no existían.
La estrella se encuentra en la parte más remota de nuestra galaxia, en dirección de la constelación austral Fénix, a unos 36.000 años luz de la Tierra.
Se descubrió con el Telescopio Anglo-Australiano y se hicieron observaciones de alta precisión en el Observatorio Austral Europeo, situado en Chile.
El contenido metálico de la HE0107-5240 equivale a 1/200.000 del que tiene el Sol.

Fuente:www.bbcmundo.com31/10/2002

La Nasa disipará las dudas sobre la llegada de los astronautas a la Luna

Más de 33 años después de que el mundo entero vio por televisión los primeros y torpes pasos del hombre en la Luna, la agencia espacial estadounidense encargará un estudio para convencer a todo el mundo de que ese hito en la historia humana ocurrió realmente, indicó el diario "The Washington Post".

"Una encuesta realizada en 1999 encontró que el 11 por ciento de las personas en EEUU dudaba que hubiera ocurrido el descenso humano en la Luna", señaló el diario. Durante tres décadas ha persistido la opinión, entre los escépticos y los aficionados a las teorías de conspiraciones, que lo que se vio en televisión en 1969 no fue el descenso de una cápsula tripulada en la Luna, sino una escena fingida en un estudio cinematográfico.

El programa Apolo, de la Agencia Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA, por su sigla en inglés), incluyó seis misiones durante las cuales las cápsulas tripuladas descendieron en la Luna y los astronautas realizaron caminatas y recogieron muestras del suelo.

Los incrédulos sostienen que las seis misiones no fueron más que un engaño cinematográfico.
La NASA, según el "Post", tiene previsto pagar algo más de 15 mil dólares a James Oberg, un ex ingeniero aeroespacial que vive en Houston (Texas), para que escriba una refutación detallada de las dudas que han presentado los que desconfían de la veracidad.

Según Oberg, el simple "desprecio de los escépticos solamente aviva las llamas de quienes son, por naturaleza, suspicaces".
Stephen Garber, el historiador jefe de la NASA, dijo que la monografía de 30 mil palabras en 10 capítulos de Oberg "no convencerá a las personas que creen en esos mitos, pero tenemos la esperanza de que sí llegue a quienes tienen una mente abierta".(EFE)

Fuente: EFE 4/11/2002

Visita a Annefrank

La sonda Stardust ha enviado algunas de las imágenes que captó el 2 de noviembre, durante el sobrevuelo del asteroide Annefrank. La visita, que sirvió a los ingenieros para practicar las tareas que deberá realizar durante su verdadera misión, el encuentro con el cometa Wild 2, fue un éxito total.

Gracias al Annefrank, los expertos tuvieron la oportunidad de simular con un objeto real todas las actividades que la sonda tendrá que hacer, en rápida sucesión, dentro de poco más de un año. Su objetivo será la captura de muestras de polvo cometario y su envío a la Tierra, donde serán recuperadas para su análisis, a bordo de una cápsula (enero de 2006).

Pero la Stardust está también equipada con otros instrumentos interesantes, como sensores y analizadores "in situ", así como con una cámara que nos enviará imágenes del cometa Wild 2. La sonda, que ya lleva más de tres años y medio operando en el espacio, se encontrará con este último en enero de 2004. La secuencia de eventos y la coordinación necesaria en tierra para un acontecimiento que se espera sea único, obligará a que todo salga bien a la primera, por lo que el ensayo general junto a Annefrank, además de proporcionar datos científicos, es una oportunidad muy bienvenida.

La Stardust pasó a 3.300 km del asteroide, y lo hizo con todos sus instrumentos activados, como ocurrirá en 2004. De hecho, la geometría de aproximación a Annefrank fue mucho más difícil que la del Wild 2. Para poder captar imágenes del asteroide, el vehículo tuvo que desviarse de su habitual posición respecto al Sol, con lo que las operaciones se alimentaron de las baterías instaladas a bordo.

Los resultados del sobrevuelo han sido muy satisfactorios. La nave respondió a todas las órdenes perfectamente y cumplió su cometido sin fallos. El asteroide resultó ser mucho más oscuro de lo que se había previsto, dificultando su seguimiento por parte de la cámara de navegación. Por eso, se diseñó un acercamiento que posibilitara un sobrevuelo exitoso sin necesidad de ver el cuerpo hasta 20 minutos antes del encuentro cercano. Se eligió una distancia de unos 3.000 km para evitar que las incertidumbres de navegación provocaran un choque involuntario contra un posible satélite del asteroide.

Annefrank no resultó visible en las imágenes de aproximación, de modo que se ordenó al vehículo prolongar el tiempo de exposición de sus fotografías. No obstante, la principal función a ensayar durante esta oportunidad sería el uso de un programa de ordenador muy sofisticado que se encargaría de controlar la nave, asegurando que la cámara se mantuviera centrada en el asteroide durante los 25 minutos del encuentro. Gracias a este programa, se consiguieron unas 60 imágenes en las que Annefrank se encuentra justo en el centro de cada una de ellas.

Las 70 fotografías enviadas por la sonda muestran a un típico objeto rocoso, de forma irregular y lleno de cráteres. El asteroide ha resultado ser dos veces más grande de lo previsto, unos 6 km de diámetro, pero más oscuro de lo que se creía y por tanto difícil de detectar en las primeras imágenes.

En esencia, los científicos tienen la impresión de que si el Annefrank hubiera sido el Wild 2, el resultado de la misión hubiera sido un completo éxito. Buenas expectativas para cuando llegue la hora de la verdad.

Fuente: Noticias del Espacio 5/11/2002

Dos grandes agujeros negros se fusionarán deformando el universo

Por primera vez, se han descubierto dos agujeros negros supermasivos en una misma galaxia. El hallazgo ha sido posible gracias a las observaciones realizadas por el telescopio espacial de rayos-X Chandra. Los dos agujeros negros giran uno alrededor del otro y probablemente se fusionarán en uno solo dentro de unos cientos de millones de años.

Cuando ello ocurra, piensan los astrofísicos, se desencadenará un evento catastrófico que producirá una intensa radiación y ondas gravitatorias.

La pareja se encuentra en el centro de una galaxia especialmente brillante, conocida como NGC 6240. Hasta ahora no se conocían ejemplos de algo parecido. De hecho, hace apenas unos años que hemos obtenido confirmación de que en el núcleo de algunas galaxias se encuentra un agujero negro supermasivo.

El Chandra, que es sensible a los rayos-X, pudo distinguir entre los dos objetos galácticos y analizar la radiación procedente de cada uno de ellos, explica Guenther Hasinger, del Max Planck Institute for Extraterrestrial Physics alemán. La detección de un exceso de fotones de alta energía procedentes del gas que cae en espiral sobre ellos y los rayos-X de los átomos de hierro presentes en sus cercanías los delató como agujeros negros supermasivos.

Con anterioridad, otros telescopios observando en otras zonas del espectro (radio, infrarrojo y visible) habían detectado dos núcleos brillantes, pero la naturaleza de esta región continuaba siendo un misterio, ya que los astrónomos no sabían cuál era el origen exacto de la fuente de rayos-X. Con el Chandra ha sido posible determinar si alguno de los dos es un agujero negro supermasivo. Descubrir que ambos lo son ha sido una gran sorpresa.

NGC 6240 se halla a unos 400 millones de años-luz de nosotros. Es un claro ejemplo de una gran galaxia en la que se están formando estrellas a un ritmo excepcionalmente alto. Sus dos núcleos, como también la notable actividad de formación estelar, pueden tener su origen en la colisión de dos galaxias más pequeñas.

La gran cantidad de polvo y gas dificultan una observación clara de los núcleos con telescopios ópticos, pero los rayos-X atraviesan este velo opaco sin mayor dificultad. Así se ha podido confirmar que estamos ante un agujero negro binario supermasivo, compuesto por dos agujeros negros que se fusionarán en el futuro.

Dentro de varios cientos de millones de años, los dos agujeros de NGC 6240, ahora orbitando uno alrededor del otro a una distancia de 3.000 años-luz, se unirán en un proceso catastrófico, produciendo un gran estallido de ondas gravitatorias. Estas ondas se extenderán por todo el Universo y ocasionarán arrugas en el tejido del espacio, que aparecerán como pequeños cambios en la distancia existente entre dos puntos. Si este tipo de fenómenos ya está ocurriendo en otros lugares (quizá varias veces al año), el detector LISA (Laser Interferometer Space Antenna), de la NASA, intentará localizarlos.

Fuente: Noticias del Espacio 20/11/2002

Una vista espacial del eclipse

El reciente eclipse de sol fue disfrutado por miles en África y en Australia y también por los astronautas de la Estación Espacial Internacional. La imagen superior fue tomada por el astronauta Don Pettit y muestra con claridad la sombra de la luna sobre la Tierra. Pettit tomó la foto cuando el eclipse se encontraba a medio camino y en nuestro planeta era visible desde el océano Índico. Las tripulaciones de cualquier navío que navegara en un radio de 60 kilómetros seguramente no vieron muy bien el fenómeno a juzgar por la cantidad de nubes presentes.
La estructura fuera de foco en primer plano es parte de una escotilla de la Estación Espacial. El eclipse ocurrido el pasado 4 de diciembre fue el único en 2002 en tanto el próximo se verá desde la Antártica en noviembre del próximo año. Pettit llegó a la estación la semana pasada junto a su colega Kenneth Bowersox y el cosmonauta Nikolai Budarin. Permanecerán en el espacio hasta marzo, fecha en que serán relevados.

Fuente: : www.bbcmundo.com 9/12/2002

Material orgánico en un meteorito

El meteorito que cayó recientemente sobre el noroeste de Canadá contiene un tipo de material orgánico primitivo, jamás observado hasta ahora, cuya formación antecede a nuestro propio sistema solar. El meteorito ha sido bautizado como Tagish Lake.

La caída del visitante espacial se produjo sobre el territorio del Yukón, el 18 de enero de 2000. Algunos de sus restos fueron recogidos y mantenidos congelados para asegurar una ausencia total de contaminación por parte de fuentes terrestres.

Después de un estudio exhaustivo, durante el cual se han utilizado microscopios electrónicos, entre otros equipos, los investigadores del Johnson Space Center localizaron varios glóbulos de hidrocarburos en su interior, parecidos a una burbuja y huecos. Estos glóbulos orgánicos, los primeros que se encuentran en una muestra natural, son muy similares a los que se producen en las simulaciones de laboratorio diseñadas para recrear las condiciones iniciales presentes cuando la vida se formó por primera vez en el universo.

Según explica Michael Zolensky, el científico principal, su origen no es biológico, pero estos glóbulos podrían haber servido muy bien como coraza protectora para los organismos primitivos de la Tierra. Algo así como hogares prefabricados para las formas de vida más antiguas.

El tipo de meteorito en el que se han hallado los glóbulos es tan frágil que normalmente se rompe y se convierte en polvo durante una entrada en la atmósfera terrestre. Ello provocaría una distribución de sus contenidos orgánicos a lo largo de una amplia zona.

Si este tipo de meteorito ha estado cayendo sobre nuestro planeta a lo largo de toda su historia, la Tierra habrá disfrutado de un suministro constante de estos glóbulos de hidrocarburos, sobre todo cuando fueron más necesarios, cuando la vida se estaba formando aquí. El meteorito de Tagish Lake, por su tamaño excepcional, sobrevivió en buena parte al rozamiento atmosférico y ha permitido su estudio físico.

El Tagish Lake parece proceder del cinturón exterior de asteroides, más allá de Júpiter. Si esto es así, otros ejemplares habrán caído sobre este gigante y sus lunas, incluyendo Europa. Sería interesante averiguar si este material orgánico está presente en el océano líquido que creemos se encuentra bajo su costra helada

Fuente: Noticias del espacio 13/12/2002


¿Existe el décimo planeta?

Según los cálculos de dos astrónomos argentinos, es probable que nuestro sistema solar cuente con un cuerpo planerario más: el planeta X. Este "nuevo" planeta podría encontrarse a una distancia equivalente a 60 veces la distancia entre la Tierra y el Sol, y quizás tenga un tamaño similar al de la Tierra.

En conversación con BBC Ciencia, el astrónomo Adrián Brunini, de la Universidad de La Plata, Argentina, explicó como se llegó a hacer esta formulación:
"La gente que trabaja por su parte buscando objetos en el cinturón de Kuiper, encontraba que había ciertas características peculiares en la distribución espacial de los objetos que no se podían explicar". "Nosotros llegamos a la conclusión de que si las simulaciones matemáticas que hicimos y las teorías de formación del sistema solar son correctas, debería haber por lo menos uno o dos planetas más y eso explicaría muchas cuestiones que no tienen respuesta". El nuevo planeta podría estar dentro de los bordes del cinturón de Kuiper, una región distante del sistema solar, compuesta principalmente de asteroides de diversos tamaños y desechos producto de la creación del sistema solar.

Una de las preguntas que hasta ahora los científicos no han podido responder es por qué este cinturón termina de forma tan abrupta. La existencia de un planeta podría llegar a explicar este fenómeno.
Pero el astrónomo Mario Melita, investigador asociado de la Universidad Queen Mary, en Londres, explicó que no se trata de un descubrimiento:
"La evidencia de que el planeta exista es aún incompleta. Nosotros damos un argumento a favor de la existencia, pero este no es el único factor que podría explicar la interrupción abrupta en le cinturón de Kuiper".

Fuente: : www.bbcmundo.com 17/12/2002

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