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El agujero antártico de este año es diferente

Científicos de NASA y de NOAA han confirmado que el agujero de la capa del ozono sobre la Antártida, durante el mes de septiembre, ha sido no sólo mucho menor que el de los últimos dos años, sino que además se ha dividido en dos partes. ¿Estamos consiguiendo que se recupere la capa del ozono? Parece que aún no.

La situación actual se debe a un patrón meteorológico en la estratosfera un tanto peculiar. Los datos de un año no pueden indicar una tendencia a largo plazo, y de hecho no hay información concluyente sobre que el agujero en la capa del ozono en la Antártida se esté cerrando, a pesar de los esfuerzos de limitación de las emisiones de gases perjudiciales.

Según Paul Newman, del Goddard Space Flight Center, se han detectado este año unas temperaturas más altas de lo normal alrededor del borde del vórtice polar que se forma anualmente en la estratosfera, sobre el continente helado. Son estas temperaturas más altas las que han provocado una pérdida inferior de ozono.

Los datos enviados por los instrumentos espaciales EPTOMS y SBUV/2, obtenidos durante las dos últimas semanas, indican que el tamaño del agujero de la capa del ozono sobre el polo tiene unos 15 millones de kilómetros cuadrados, mucho menos que los 24 millones de los últimos seis años, medidos durante la misma época.

Los patrones meteorológicos han sido tan fuertes e inusuales este año que el agujero se dividió en dos partes a finales de septiembre, la primera vez que algo así se ha observado en esta época.

Los envíos de globos sonda desde la South Pole Station, en pleno polo sur, nos han proporcionado la distribución vertical del agujero del ozono. Se ha comprobado así que en la zona en la que se pierde más ozono (de 11 a 22 km de altitud), falta tanto como en años anteriores. Es en la región situada más allá de los 22 km donde las temperaturas son más altas que de costumbre y las concentraciones más elevadas de lo habitual.

Si combinamos todas las capas, los niveles de ozono totales son superiores este año respecto a los anteriores. Sin embargo, es en octubre cuando algunas capas experimentan una mayor destrucción de ozono, algo que aún podría ocurrir.

En 1988, los científicos observaron también un agujero pequeño, y fue debido igualmente a las altas temperaturas atmosféricas.

Muchos países han tomado medidas para limitar las sustancias que causan el agujero en la capa del ozono, pero las temperaturas también tienen una gran influencia. Además, algunas de estas sustancias, como los CFCs, perduran mucho tiempo en la atmósfera y aún se encuentran en grandes concentraciones en ella, lo que hace improbable que el problema se solucione de un año a otro.

Fuente: Noticias del Espacio

Status de la misión Cassini-Huygens


La sonda Huygens, abordo de la nave Cassini con destino a Saturno ha pasado con éxito unas verificaciones sobre las tareas que tendrá que realizar cuando descienda a través de la atmósfera de Titán dentro de 28 meses. Shaun Standley, ingeniero de sistemas de la Agencia Espacial Europea destinado en el Jet Propulsion Laboratory de Pasadena, California, ha dicho que "todos los subsistemas e instrumentos de la sonda se comportan correctamente".

Para la misión internacional Cassini-Huygens la Agencia Europea fabrica la sonda de descenso con destino Titán, la mayor luna mayor de Saturno. La sonda lleva por nombre Huygens y desplegará para el descenso, un paracaidas.

La NASA se encarga de fabricar la nave mayor o nodriza Cassini, que empezará orbitar Saturno el 1 de Agosto de 2004. La entrada de la Huygens en la atmósfera de Titán está prevista para el 14 de enero de 2005.

Esta operación de verificación de sistemas fue la décima desde el lanzamiento el 15 de octubre de 1997. La sonda permanece "dormida" durante la mayor parte de su viaje de 7 años, no obstante cada 6 meses se comprueba su estado de salud y se ejercitan las partes móviles, válvulas así como las bombas.

Standley dijo también que realizarían las secuencias del descenso real tan pronto fuera posible. Ese proceso dura unas 5 horas. Ya que Huygens permanece dentro de una coraza protectora, la simulación no puede incluir todas las tareas que realizará cada instrumento ni por supuesto puede simularse la apertura del paracaídas. La verificación va por fases en los que el instrumento en cuestión opera durante el tiempo que se empleará durante el descenso real, se recogerán datos de todos ellos y la Cassini los enviará a la Tierra. Ésto permite evaluar los subsistemas, como suministro energético, ordenadores y transmisor, al igual que todos los demás instrumentos.

Los resultados del simulacro serán analizados por los científicos de Operaciones de Huygens en Darmstadt (Alemania) y las casas fabricantes de cada instrumento en Francia, Reino Unido y los Estados Unidos.

El instrumento de estructura atmosférica analizará datos como temperatura, presión e iluminación de las distintas capas de la atmósfera de Titán. Los instrumentos son: el espectrómetro de cromatografía de gases y el captador y pirolizador de aerosoles los cuales trabajarán en tándem para recoger, romper e identificar las partículas y gases incluyendo compuestos carbonáceos de la atmósfera. El radiómetro de espectro/imagen tomará imágenes y espectros tanto de la atmósfera como de la superficie. El experimento Doppler para el viento, mostrará cómo actúan éstos en la sonda. Finalmente, el paquete científico investigará propiedades de la superficie de Titán.

Fuente: Astrored

Nueva cámara para el lanzamiento del Atlantis

Cuando el Atlantis dejó la plataforma entre humo y llamas la tarde del pasado 8 de octubre en el comienzo de una nueva misión, el público se elevó con él atrapado por una nueva cámara de NASA TV que nos dió imágenes nunca antes vistas en un lanzamiento tripulado.

Soportamos en vivo la trepidación de los poderosos motores, atravesamos nubes a velocidad supersónica, vimos desprenderse los impulsores auxiliares, nos adentramos en el negro vacío y le dijimos adiós al transbordador cuando el tanque externo en el que va montada la cámara se separó ya casi en órbita y comienzó un reingreso suicida en la atmósfera.

El intenso espectáculo fué posible gracias a la decisión de la NASA de extender al transbordador la práctica de instalar cámaras y transmisores en los cohetes Delta II para ofrecer una visión vívida e impresionante de los lanzamientos.

El Atlantis, con siete tripulantes y el segundo tramo de la gran estructura central de la Estación Alfa, fué lanzado el 8 de octubre pasado. "No esperamos que la cámara tenga un valor técnico para nosotros. Lo que queremos con ella es ofrecer al público una visión fuertemente dramática del lanzamiento, y nos basamos en el éxito de equipos similares instalados en los cohetes Delta II", comentó Phil Engelauf, director de vuelo de la misión.

Los estudios para instalar cámaras en los transbordadores comenzaron hace dos años, cuando empezaron a usarse en los lanzamientos comerciales y científicos desde la Florida.

Desde 1997, 20 lanzamientos comerciales usaron este recurso para maravillar a los espectadores pero esta será la primera vez que una cámara en vivo acompañe el despegue de una misión tripulada norteamericana.
Rusia, en cambio, desde hace años activa cámaras en el interior de las cápsulas Soyuz para ver el comportamiento de los tripulantes durante el ascenso.

En algunas misiones recientes del transbordador los astronautas encendieron una cámara de la cabina de mando durante el despegue, grabaron la secuencia y ya en órbita enviaron a tierra el video.

La partida del Atlantis marcará el regreso de la NASA al espacio luego de tres meses de demora forzada por el hallazgo de fisuras en puntos críticos de los conductos de combustible de toda la flota. Las averías fueron reparadas con una soldadura especial, pero cuando terminaba la labor en las cuatro naves fueron descubiertas quebraduras en varios rodillos sobre los que desplazan sus orugas los remolques lentos. Mediante tres caminatas espaciales en doce días de misión, siete de ellos acoplados a la ISS, los astronautas instalarán el segmento S-1, primer tramo de estribor de la gran estructura central y segundo de los once que componen la columna vertebral del complejo.

Por ella se deslizará el brazo robot de la estación, el Canadarm2, de un extremo a otro de sus 110 metros, y de ella se sujetarán dos grandes racimos de paneles solares una vez que se complete el montaje.

Fuente: Astrored

El incierto futuro de la exploración robótica de Marte


La exploración por parte de robots desde la superficie y la órbita de Marte está atravesando uno de sus momentos más críticos a nivel mundial. Las misiones que deben partir hacia el planeta rojo en los próximos años incluyendo las del año que viene atraviesan momentos difíciles que podrían acarrear la cancelación de varias de estas misiones. En este informe se examinan dichas misiones y el estado en que se encuentra cada una de ellas.

Año 2.003. La sonda Beagle2 podría quedarse fuera de su viaje a Marte el año que viene. Este aterrizador británico que debía volar junto con la nave europea Mars Express podría no estar completamente preparado para el lanzamiento por lo que los técnicos de la ESA optarían por lanzar la nave Mars Express en solitario. El problema de esta sonda es que se trata de una nave extremadamente compleja, con muchos experimentos avanzados y miniaturizados, pero que está siendo construida por un consorcio de universidades del Reino Unido a unos costes extraordinariamente bajos para lo que suele ser habitual. Actualmente han agotado el presupuesto destinado a la misión y aún quedan algunas pruebas y modificaciones por hacer y no encuentran la aportación de dinero necesaria para concluirla.

Uno de los principales problemas con los que están topando los técnicos se refieren al diseño de los airbags necesarios para el aterrizaje. Para ahorrar dinero, el diseño de la nave Beagle2 no incluye unos pequeños retrocohetes que hagan disminuir su velocidad antes de que se inflen los airbags para que el impacto sea lo más lento posible (a diferencia de la misión Pathfinder y los Mars Exploration Rovers), de forma que todo el proceso de frenado queda adjudicado al paracaídas de descenso, lo que implica que el impacto se produzca a más de 100 km/h, lo que provocaría la rotura de los airbags. Según parece, los técnicos han tenido que rediseñar el sistema de descenso y el paracaídas para que ésto no se llegue a producir y esperan tenerlo concluido para Enero, momento en el cual tiene que transportarse la nave hasta Baikonur. En caso de no llegar a tiempo, la subsonda podría volar más tarde, pero de momento no hay naves candidatas a llevarla. Podría darse el caso de que de los tres aterrizadores previstos para volar en 2.003, finalmente ninguno llegue a hacerlo, siendo la Mars Express la única nave en partir hacia Marte, ya que los Mars Exploration Rovers se encuentran con el mismo tipo de problemas en los airbags.

Año 2.005. La siguiente nave sería la Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) que partiría hacia el planeta rojo en el año 2.005. Esta sonda sería la sucesora de la Mars Global Surveyor e incluiría una sofisticadísima cámara de alta resolución capaz de tomar imágenes con una resolución de 25 cm. Hasta el momento, el diseño preliminar de la sonda va dentro de lo previsto, pero existe un problema con uno de los instrumentos que portará llamado 'Sharad', un radar del subsuelo construido por la Agencia Espacial Italiana (ASI). El gobierno italiano ha decidido recortar los presupuestos para las misiones de exploración del Sistema Solar con profundas consecuencias para varias misiones. La agencia italiana debe decidir en las próximas semanas si podrá construir los dos espectrómetros infrarrojos llamados 'Virtis' y 'PFS' que debían instalarse en la sonda europea Venus Express prevista también para el 2.005 y que podría construirse con un coste de una tercera parte del precio habitual de una misión de este tipo ya que sería una réplica de la Mars Express, utilizando gran parte de su diseño. Sin este equipamiento la sonda sería aplazada hasta el 2.007 con el consiguiente aumento de coste, por lo que podría ser cancelada. Por tanto, también está por ver si los italianos podrán construir el radar 'Sharad', sucesor del radar 'Marsis' de la Mars Express pero con muchísima mayor resolución. Si este radar no siguiese adelante, no habría tiempo para buscar y desarrollar un sustituto para él.

Fuente: 100cia.com

Modelo climático terrestre aplicable a Marte


Una teoría de cambio climático desarrollada para nuestro mundo, podría ser usada también para describir las variaciones experimentadas por Marte en el pasado, y quizá por otros planetas de tipo terrestre. Los científicos creen que la órbita afecta al clima de nuestro vecino de una forma similar a como afecta al de la Tierra.

Bajo esta premisa, varios investigadores de la Brown University y de un instituto francés han intentado explicar las diferentes capas de depósitos que son visibles en las regiones polares del Planeta Rojo.

La teoría orbital del cambio climático ha explicado con éxito algunas de las variaciones detectadas en el clima de la Tierra. Así, se han utilizado muestras profundas obtenidas en Groenlandia y la Antártida para reconstruir la atmósfera y el clima del pasado terrestre, relacionándolos con los cambios experimentados por la órbita terrestre.

El geólogo Jack Mustard y otros dos colegas creen que puede utilizarse el mismo método en los casquetes polares marcianos. Los tres científicos han utilizado cálculos orbitales y parámetros de rotación de Marte, nuevas imágenes de alta resolución de su superficie, y datos de topografía de alta precisión, para correlacionar las capas de hielo y polvo expuestas con los diferentes cambios climáticos experimentados por el planeta, haciendo hincapié en la suma de la radiación solar que alcanza el suelo. Este tipo de estudios climáticos ya se emplea en la Tierra.

Los cambios en las proporciones de polvo y hielo a lo largo del tiempo son visibles en las variaciones de brillo que se aprecian en las capas de los depósitos polares marcianos. Los científicos piensan que estas capas están relacionadas con cambios climáticos quizá conectados a la evolución de la órbita del planeta (como la inclinación y las desviaciones de su circularidad).

Con la nueva información de alta resolución ahora disponible, obtenida por la sonda Mars Global Surveyor, aún en órbita alrededor de Marte, ha sido posible extraer más detalle y analizar los patrones que se observan en los depósitos geológicos.

Una vez corregidas topográficamente estas observaciones, se ha obtenido una medida del brillo de las capas en función de la profundidad. Se asume que profundidad es igual a tiempo, de modo que es posible "mirar" hacia el pasado y comparar el registro con la cantidad (predicha) de luz solar recibida por el polo durante los últimos 10 millones de años, que varía con la evolución orbital.

Los científicos han encontrado una excelente correlación y han comprobado que existe un grupo de capas de depósitos de 350 metros de grosor que se formó durante el último millón de años. Para el depósito más reciente, de 250 metros de profundidad, en el polo norte marciano, se estima un ritmo de deposición medio de 0,05 cm/año.

La Tierra está inclinada entre 23 y 25 grados en su órbita. Marte, en cambio, varía su inclinación entre los 15 y los 40 grados, suficiente para redistribuir la humedad de los casquetes polares hacia las regiones polares, un cambio climático sustancial que ahora sabemos queda registrado en su suelo.

Fuente: Noticias del Espacio

Lonchas astronómicas


Científicos británicos han fotografiado el corazón de una galaxia espiral y el nacimiento de estrellas en nuestro propio cuerpo galáctico mediante un nuevo instrumento llamado UIST, instalado en el telescopio UKIRT, en Hawai. El citado espectrómetro puede "cortar" una imagen en secciones, creando vistas tridimensionales de las condiciones en que se encuentran galaxias completas en una única observación.

En el corazón del UIST se encuentra un detector electrónico extremadamente sensible, con más de 1 millón de píxeles. Durante su primerísima noche de actuación, observó la galaxia espiral NGC1068, situada a 47 millones de años-luz de distancia, y consiguió definir con detalle su estructura central.

La NGC1068 es bien conocida por poseer un núcleo activo. El UIST capturó la luz procedente de este centro galáctico, dividiéndola en secciones y estudiando sus correspondientes espectros. Gracias a ello, los astrónomos han podido detectar la composición química de los gases estelares e investigar las interacciones entre las estrellas y el polvo cósmico. El sistema crea un "cubo de datos" del núcleo de la galaxia, que puede ser cortado en "lonchas" en una dirección, para mostrarlo en una única longitud de onda infrarroja, o en ángulo recto, para producir un espectro a lo largo de todo el núcleo.

El telescopio también fue dirigido hacia la nebulosa Omega, situada a 5.000 años-luz, en nuestra Vía Láctea. Aquí se encuentra una zona de formación estelar. La intensa radiación ultravioleta de las jóvenes estrellas golpea los átomos de las nubes de gas interestelar, haciendo que brillen. El resultado es una imagen de la nebulosa con el mayor detalle obtenido hasta la fecha.

Andy Adamson, el director del UKIRT, tiene grandes esperanzas en la combinación de capacidades del UIST (imagen y espectroscopia). Diseñado en el UK Astronomy Technology Centre, en Edimburgo, el instrumento está refrigerado dentro de un criostato, a 70 grados por encima del cero absoluto, para evitar que el calor del propio aparato provoque interferencias en la banda infrarroja.

Fuente: Noticias del Espacio


Quaoar: Más allá de Plutón


El telescopio espacial Hubble ha conseguido fotografiar el mayor objeto del sistema solar hallado desde el descubrimiento de Plutón, hace 72 años. Llamado "Quaoar", es también el más lejano resuelto por un telescopio, ya que se encuentra situado a unos 6.400 millones de kilómetros de nosotros.

Su diámetro se acerca a la mitad del de Plutón. Oficialmente bautizado como 2002 LM60, fue observado por primera vez desde un telescopio terrestre, aunque sólo como un simple punto de luz. Gracias al Hubble, su imagen ahora es mucho más clara.

Los astrónomos saben que su órbita es muy circular, incluso mucho más que la de la mayoría de los planetas ordinarios del sistema solar. Aunque más pequeño que Plutón, su volumen interno podría contener a todos los demás asteroides conocidos. Su masa, sin embargo, es sólo comparable a un tercio de la masa del cinturón de asteroides, ya que su composición debe ser parecida a la de un cometa, es decir, grandes fragmentos de hielo mezclados con roca.

Sus descubridores son Michael Brown y Chadwick Trujillo, del Caltech, quienes utilizaron el telescopio Palomar Oschin Schmidt para efectuar sus observaciones a principios de año. La magnitud del objeto es de apenas 18,5. Por eso, propusieron el uso de la cámara ACS del Hubble. Gracias a su poder de resolución y a sendas sesiones efectuadas el 5 de julio y el 1 de agosto, se ha conseguido medir su tamaño angular (49 milisegundos de arco), que corresponde a un diámetro de unos 1.300 km. Es la primera vez que se mide directamente el tamaño real de un objeto del cinturón de Kuiper (un KBO).

Ya se han encontrado más de 500 cuerpos en este cinturón que se extiende más allá de la órbita de Neptuno. Casi todos son mucho más pequeños que Plutón, por eso Quaoar es toda una sorpresa. El récord anterior lo tenía un KBO llamado Varuna (2002 AW197), de unos 900 km de diámetro.

Fuente: Noticias del Espacio


Un japonés y dos estadounidenses ganan el Nobel de Física

El japonés Masatoshi Koshiba y los estadounidenses Raymond Davis y Riccardo Giacconi ganaron el Premio Nobel de Física por sus "contribuciones a la astrofísica", incluida la detección de neutrinos cósmicos y el descubrimiento de fuentes de rayos equis cósmicos, anunció el martes la Real Academia de Ciencias de Suecia.

Los tres científicos compartirán el premio de un millón de dólares por sus trabajos pioneros en astrofísica que condujeron al descubrimiento de fuentes de rayos equis cósmicos y han cambiado la forma en que miramos el universo, dijo la Academia en su declaración.

Davis, de 87 años, de la universidad de Pensilvania y Masatoshi Koshiba, de 76 años, de la universidad de Tokio, compartirán la mitad del galardón, de 10 millones de coronas suecas (un millón de dólares) por su investigación sobre los neutrinos cósmicos.

Riccardo Giacconi, de 71 años, de Associated Universities Incorporated, en Washington, recibirá la otra mitad por su "contribución a la astrofísica, que ha conducido al descubrimiento de fuentes de rayos equis cósmicos".
Los galardonados utilizaron "los componentes más diminutos del universo para aumentar nuestra comprensión de los más grandes", entre ellos el sol, las estrellas, las galaxias y las supernovas, dijo la Academia.

Los ganadores del Premio Nobel de Física de este año "han abierto nuevas ventanas al espacio", dijo Mats Jonsson, presidente del comité de Física del Nóbel.


Fuente: CNN en español

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