COMETAS

La rotura del núcleo del cometa 51p / Harrington

por José Lull García

Coordinador de la Sección de Cometas

jlullg@nexo.es

                                                     

Con el tiempo se ha ido demostrando que los cometas son unos cuerpos relativamente frágiles. La cohesión de los núcleos cometarios es en ocasiones tan débil que con unos pasos por el perihelio es suficiente para que de comienzo su fragmentación.

El primer caso de mitosis cometaria fue registrado en el año 371 a.C., según cuenta el historiador griego Éforo. Sin embargo, en la antigüedad occidental, los sabios negaban la posibilidad de que un cometa pudiera fragmentarse en varios pedazos. Johann Kepler había sugerido, no obstante, esta posibilidad, si bien incluso en el siglo XIX se seguí opinando que una cosa era ver cometas de múltiples colas y otra muy distinta era ver cometas de múltiples cabezas.

Sin embargo, la evidencia definitiva para la ciencia moderna sobre la fragmentación cometaria llegó en 1846 por medio del cometa Biela. Este cometa apareció dividido en dos núcleos, cosa que sorprendió a los astrónomos de todo el mundo; seis años después el fragmento secundario estaba a más de 2.5 millones de kilómetros del núcleo principal. Posteriormente, la lista de cometas fragmentados ha aumentado de manera considerable. Cabe citar los ejemplos del Sawerthal de 1888, el Campbell de 1914, el Shipple-Fedtke-Kosaka de 1943, el Honda de 1955 o el Tago-Sato-Kosaka de 1969.

El Gran Cometa de 1976, el West, se dividió también en cuatro pedazos, y mientras se producía la división de su núcleo primario arrojó chorros de gas y polvo de modo que creó una preciosa cola en abanico. Se ha sugerido que puesto que el cometa Halley presentó en su paso de  1456 una cola similar, hay ciertas probabilidades de que esto hubiese sido consecuencia de una fragmentación de su núcleo, cosa que no puede ser confirmada. El cometa Brooks tampoco se libró de su fisión nuclear. También en el siglo XII, en 1106 d.C., un cometa pasó tan cerca del Sol que es posible que se fragmentara. Los cálculos llevados a término por Brian Marsden señalan que uno de los pedazos de aquel cometa es el que volvió en 1882 como el Gran Cometa de Septiembre, que de nuevo pasó rozando el Sol. Otro trozo de aquel antiguo cometa pasó cerca del Sol con una órbita muy similar, desenbocando en otro de los grandes cometas del siglo XX, el cometa Ikeya-Seki de 1965.

En los últimos años hemos tenido ocasión de vivir la fragmentación de otros cometas. Sin duda, la más espectacular fue la del Shoemaker-Levy 9 en más de veinte núcleos que parecieron formar un auténtico collar de perlas (figura 1). Su destino no fue menos espectacular, pues se desintegraron causando grandes transtornos temporales sobre la atmósfera del planeta Júpiter en 1994.

Figura 1: El descompuesto cometa Shoemaker-Levy 9 fotografiado por el HST en 1994.

El cometa de corto período Maccholz 2 también dividió su núcleo en cinco partes durante su perihelio de 1994 y durante su siguiente paso en 1999, sólo dos de estos nuevos núcleos pudieron ser observados. Otros cometas  vistos durante la última década han podido sufrir peor suerte durante su desintegración perihélica. Podemos recordar los casos del cometa Ichimura en 1995, que fue difuminándose según se acercaba al Sol, y el C/1997 N1 Tabur de órbita hiperbólica que tras su paso por el perihelio nunca más fue observado.

Recientemente, el cometa 1999 S4 LINEAR se desintegró en múltiples pedazos. Según Z. Sekanina el cometa podría corresponder a una de las partes producto de la desintegración de un cometa original. No obstante, según Kidger, siendo éste un cometa que tiene su afelio a una distancia de un año luz del Sol, completando la mitad de su órbita en un período de unos ocho millones de años, una fragmentación hipotética producida a la altura de la órbita de Plutón hubiera provocado que en un plazo de unos pocos años se hubieran visto dos cometas con una órbita parecida, cosa que no sucedió. Así mismo, tampoco se podría entender una fragmentación de un cometa a una distancia tan grande del Sol. Sin embargo, si aceptamos la propuesta de Marsden, según la cual el diámetro del cometa no sería sino de 200 a 300 metros, el modelo teórico podría aproximarse más a lo que fue observado.

Figura 2: Tres núcleos del cometa 2001 A2 LINEAR fotografiados en 2001 por el VLT.

También el 2001 A2 LINEAR se descompuso en pleno vuelo (figura 2). Después de más de un mes de observaciones tras los primeros aumentos repentinos de su luminosidad, durante los meses de Marzo y Abril de 2001, los especialistas parecían decantarse por suponer que la razón de dicho incremento sólo podía reducirse a la exposición de zonas frías del cometa al Sol. Sin embargo, el 30 de Abril de 2001 aparecieron las primeras imágenes que evidenciaban que el A2 se había partido en dos. Los dos núcleos tenían una luminosidad similar y se separaban por apenas 3.5”. El 16 de Mayo, tomas efectuadas con el telescopio de 8.2 metros VLT YEPUN (UT4) de Cerro Paranal mostraban como el cometa seguía descomponiéndose. El denominado fragmento B, se partió nuevamente en dos formando los objetos B1 y B2, cuya separación en ese momento era de 1” de arco, unos 500 km. El fragmento A, en la parte superior izquierda de la fotografía, era mucho más débil y estaba a 7000 km. del núcleo principal, alejándose paulatinamente de éste. Dos días antes, desde otro de los grandes telescopios de 8.2 m. del VLT, el VLT MELIPAL (UT3), los astrónomos comprobaron como el fragmento B tenía una forma elongada, con lo que, teniendo en cuenta que sólo quedaban diez días para el perihelio, se podía suponer que algo le estaba sucediendo a este fragmento.

El ejemplo más reciente de la observación de la rotura de un cometa es la del 51P/ Harrington que, por cierto, ya se había fragmentado en su perihelio anterior de 1994. El cometa periódico número 51 fue hallado el 14 de Agosto de 1953 por Robert G. Harrington en una placa fotográfica del Palomar Sky Survey.

Figura 3: Partición del cometa 51P/ Harrington captada por Josep Julià Gómez con una CCD Audine Kaf401e + SC10” con una exposición de 180” el 6.12.2001 TU 23:20:55.

Pepe Manteca, conocido observador de cometas y asteroides, se percató de la nueva partición el pasado 6 de Diciembre de 2001 mientras tomaba mediciones astrométricas del mismo. Este mismo observador reportó el 25 de Diciembre la explosión en el cometa 2001 X1 que provocó un incremento del tamaño de su cola y de su magnitud aparente. Nuestro amigo Josep Julià (figura 3) también pudo fotografiar la partición del cometa Harrington el mismo día en que lo hizo Pepe Manteca. En esas tomas se puede observar como el cometa se ha fragmentado en dos núcleos. Las medidas astrométricas tomadas pacientemente mediante integraciones CCD, como las efectuadas por Josep, han servido para calcular que el origen de la rotura puede retrotraerse hacia finales de Junio o principios de Julio de 2001. En ese momento, la separación de los dos núcleos, de magnitud 17.4 y 17, respectivamente, era de 10”. El día 7 de Diciembre las mediciones de los núcleos del Harrington mostraban un incremento notable de brillo. El fragmento principal era de magnitud 16.4 y el secundario de 16.6. El primero de estos dos es el mismo que en 1994 fue designado como núcleo A, cuando otros dos núcleos más débiles, llamados B y C, fueron detectados (IAUC 6089). Por ello, ahora se ha designado como componente D al segundo de los núcleos observados por Manteca y Josep Julià.

En las últimas líneas hemos hecho mención de numerosos ejemplos de cometas que se han desintegrado total o parcialmente al acercarse al Sol. Pero estos no son los casos más dramáticos. El satélite de observación solar SOHO detecta continuamente cometas suicidas que se desintegran en la corona solar, pero sobre ese tema podremos hablar en otra ocasión, pues de momento parece que para Huygens 36 tendremos una sequía cometaria.

A comienzos de Enero de 2002 pasó por su perihelio el cometa 96P/Machholz 1. La órbita de este cometa es muy inusual, pues posee la menor distancia al perihelio de todos los cometas periódicos conocidos, de solo 0.13 UA. Esta distancia va decreciendo con el paso del tiempo. La excentricidad del cometa es de 0.96 y su inclinación orbital es de 60º, lo cual también lo hace un tanto extraño para ser un cometa periódico. Según ciertos estudios llevados a cabo por Sekanina, el cometa solo tiene un área  situada cerca del polo de rotación, activandose únicamente en los momentos cercanos al perihelio. Así mismo, se sabe que el 96P/Machholz 1 puede ser el padre de las Cuadrántidas.

Normalmente el cometa alcanza su perihelio en unas condiciones de observación muy malas, y su paso de Enero de 2002 no ha sido una excepción. De todos modos, en su perihelio del 8 de Enero de 2002 el cometa estaba a unos grados del Sol y pudo ser observado con los coronógrafos del SOHO LASCO. El 7 de Enero el cometa tenía magnitud 2 y una cola de unos 4º de longitud.

Sin embargo, el último protagonista cometario de importancia ha sido el WM1 LINEAR, del que perdimos la pista en el hemisferio Norte a mediados del mes de Diciembre. Desde esas fechas, únicamente los aficionados del hemisferio austral tuvieron al cometa en su campo de visión (figura 4), en su mejor momento, cuando se acercaba el perihelio en el mes de Enero.

Figura 4: El cometa WM 1 LINEAR captado desde Argentina por G. Mazalan el 6.01.2002 con una CCD Kaf 400 SF y una cámara Schmidt de 215mm. Se aprecia en el campo la galaxia NGC 7090.

Desde finales de Febrero los observadores de España han podido recuperar el cometa, y con los meses de Marzo y Abril éste irá mejorando su posición en el horizonte matutino. De todos modos, su luminosidad irá decreciendo con el paso de los días. A continuación podéis ver las efemérides calculadas para el cometa durante este bimestre:

Fecha        AR       Decl      El    Mg

2002 03 02   19 23.87  -21 55.5    51.8   7.9
2002 03 07   
19 23.03  -17 52.9    56.5   8.3
2002 03 12   19 21.97  -13 51.4    
61.4   8.6
2002 03 17   19 20.49  -09 50.4    66.5   8.9
2002 
03 22   19 18.42  -05 49.7    71.6   9.2
2002 03 27   19 15.64  -01 
49.6    76.8   9.4
2002 04 01   19 12.03  +02 09.3   82.0   9.7
2002 04 06   19 07.49  +06 05.6   87.2   9.9
2002 04 11   19 01.94  
+09 57.5   92.3  10.1
2002 04 16   18 55.31  +13 42.5   97.3  10.4
2002 04 21   18 47.58  +17 17.8  102.0 10.6
2002 04 26   18 38.77  
+20 40.3  106.4 10.8
2002 05 01   18 28.94  +23 46.9  110.4 11.0

 En el momento de escribir estas lineas, a mediados de Enero, se han descubierto dos cometas nuevos. Estos son el 2002 A1 LINEAR, el 2002 A2 LINEAR. Estos cometas estaban separados por menos de un grado en el momento del descubrimiento, situados a 0.7 UA de Júpiter. Los cálculos que se han realizado demuestran que ambos cometas pasaron a menos de 0.4 UA de Júpiter a mediados del pasado mes de Julio. Ambos estaban en Enero sobre la magnitud 19 y alcanzaron el perihelio a 4.7 UA del Sol en Diciembre de 2001.

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