METEOROS: La tormenta de las Leónidas de 2001                                                    (resultados preliminares)

por José Lull García jlullg@nexo.es

En el último número de Huygens publicamos un completo artículo donde el lector pudo retomar la historia pasada y presente de las Leónidas, y donde dimos a conocer el momento en que se producirían los máximos de 2001 y el THZ previsto. Ahora, habiendo pasado el día 18 de noviembre de 2001, estamos en disposición de, con los resultados e informes preliminares que disponemos, ofrecer una primera aproximación a lo que fue observado ese día no solo por los miembros de la Agrupación Astronómica de la Safor sino también, afortunadamente, por los observadores que tuvieron el privilegio de situarse en zonas más óptimas a lo ancho del planeta.

De los cuatro modelos teóricos principales (fig. 1) el elaborado por Brown y Cooke ha perdido ya toda credibilidad, y los mejor parados han sido una vez más los de Asher y McNaught y el propuesto por Lyytinen. Como ya avanzamos, nosotros ibamos a apostar por la hipótesis de McNaught y Asher, pues durante los dos últimos años habían predicho con gran precisión el momento de los máximos. Para esta última tormenta, estos astrónomos habían indicado que el primer máximo se produciría a las 10:01 TU del 18 de Noviembre, a plena luz del día desde nuestro país (11:01 TL). Este primer máximo sería producido por la nube de polvo que dejó el cometa Tempel-Tuttle en su paso de 1767, siete revoluciones atrás.

Figura 1: Previsiones propuestas para las Leónidas del 18 Nov 2001 según los cuatro modelos teóricos principales.

Los resultados preliminares publicados por el IMO (International Meteor Organization) indican que el primer máximo tuvo lugar hacia las 10:45 TU con un THZ de 1000 meteoros por hora. Esto quiere decir que este máximo llegó con un retraso de casi tres cuartos de hora según lo que se había previsto. Asher y McNaught habían estimado que caerían unas 800 leónidas por hora, por lo que son los que más se han acercado a lo observado. Lyytinen esperaba 2000 y Jenniskens más de 4000 por hora, mucho más de lo que se observó. No obstante, los tres teóricos erraron en la predicción del primer máximo, pues estimaban que se produciría hacia las 10 TU. Lo que señala el IMO corresponde bien con observaciones de aficionados como G. Peterson, quien ha publicado en internet sus recuentos. En su gráfica (fig. 2 a) podemos ver como a las 10:15, 10:40 y 11:00 TU detectó un THZ superior a los 800 meteoros por hora, con el máximo hacia las 11:00 en el que apreció unos 1000 por hora.

Figura 2 a: resultados preliminares de la observación del primer máximo desde el P.N. de Joshua Tree, en California

Sin embargo, la gráfica que publica la AMS (American Meteor Society), elaborada con las observaciones realizadas desde Mont Lemmon, en Arizona, evidencia un THZ de 2500 meteoros por hora desde las 10:45 a las 11:15 TU. De hecho, desde las 10:00 hasta las 11:30 el THZ fue siempre superior a las 1000 leónidas por hora (fig. 2 b). Este informe no coincide con el del IMO, pero no cabe duda que los resultados deben asemejarse a lo que se observó desde allí, pues el equipo que hizo el seguimiento estaba formado por personas con una amplia experiencia en este campo.

Figura 2 b: resultados preliminares de la observación del primer máximo desde Mont Lemmon, en Arizona.

 

Tras el primer máximo la actividad bajó hasta un mínimo de 320 meteoros por hora hacia las 14:30 TU, para luego volver a subir y dispararse finalmente en el momento del segundo y tercer máximo. Según Asher y McNaught el segundo máximo debía producirse a las 17:31 TU del 18 de Noviembre, cuando la Tierra entrara en contacto con la nube de polvo dejada por el cometa Tempel-Tuttle en su paso de 1699, hace 9 revoluciones. El tercer máximo debía producirse poco después del segundo, a las 18:19 TU, en el momento en que nuestro planeta cruzase la parte más densa de la nube dejada por el cometa en 1866. Por tanto, la diferenciación visual entre el segundo y tercer máximo podría ser inapreciable, pues se solaparían. El THZ previsto era de unos 8000 meteoros por hora, coincidiendo prácticamente por lo indicado por Lyytinen pero lejos de los 4000 por hora esperados por Jenniskens.

En Marxuquera nos reunimos un buen número de miembros de la AAS con la esperanza de ver, al menos, algún bólido rasante. La suerte se repartió de muy desigual manera. Los miembros del equipo de las perseidas no conseguimos reunir más de 12 meteoros en un espacio de tiempo de dos horas y media, y eso que, por mi parte, no se sumo ni un solo ejemplar de leónida. Se puede decir que fue muy decepcionante, si bien es cierto que no podíamos levantar grandes expectativas teniendo en cuenta que estabamos en las antípodas del máximo, que en ese momento debían disfrutar los observadores de Australia y el Este de Asia. De todos modos, el martes 19 de noviembre de 2002 a las 4:00 TU (5:00 TL) tendremos la última y verdadera gran oportunidad, pues estaremos, esta vez sí, en el lugar correcto y con un máximo antes del amanecer, es decir, con todo a favor. Es posible, sin embargo, que salga nublado ...

Según testimonios de varias personas no aficionadas a la astronomía, la madrugada del domingo, hacia las 3:30 TU, se pudieron observar un elevado número de estrellas fugaces que “salían del mar”, lo cual coincide plenamente con lo que se podría esperar, pues las leónidas tienen su radiante en Leo y hacia las 2:00 TU Leo salía por el horizonte Este. El THZ que da el IMO para la 1:00 TU es de 52 meteoros por hora, y para las 3:00 TU es de 80 meteoros por hora, cifra que podría aproximarse a lo que observaron estas personas. La madrugada siguiente, según me informó Ximo Egea (miembro del equipo de observación de meteoros de la AAS), también pudieron verse un número similar. Ese aumento de actividad no debe relacionarse, sin embargo, con ninguno de los máximos o con un máximo no previsto, pues se debe simplemente a que la posición del observador en ese momento, antes del amanecer, le enfoca directamente a la nube general de leónidas, con lo que lo que caen en un número muy superior al que pudiera detectarse al atardecer o a media noche.

Los informes que tengo sobre el segundo-tercer máximo son muy interesantes, pues revelan una actividad meteórica muy alta, si bien hay una notable disparidad de datos. En la gráfica del IMO se señala que el máximo se dio hacia las 18:20 TU con un THZ de 2850 meteoros por hora (fig. 3). Recordemos que Asher y McNaught habían previsto este máximo a las 18:19 TU, por lo que, volvieron a acertar por tercer año consecutivo en el mayor de los máximos.

Figura 3: La tormenta de las Leónidas el 18 Nov, según publica el IMO

Desde el observatorio solar de Learmonth, en Australia, el Dr. D. Glackin nos reporta de la observación de un alto número de leónidas, a las que define como estrellas fugaces con la cabeza roja-anaranjada y colas blanquecinas. Señala que durante la tormenta pudieron observarse varios bólidos con tonalidades en azul y verde, tres de ellos con estelas de larga duración, y algunas fugaces caracterizadas por una explosión final. La lluvia debió ser impresionante, pues Glackin advierte como en ocasiones pudieron verse hasta 6 fugaces en un espacio de dos segundos.

Si nos fijamos en la gráfica elaborada por Glackin, el máximo que observaron desde el observatorio solar de Learmonth se produjo poco antes de las 17:30 TU, en el momento en que el THZ fue de unos 3500 meteoros por hora. Esta estimación no solo supera en 700 meteoros la presentada por el IMO sino que también se adelanta a aquella en 50’, algo realmente sorprendente si tenemos en cuenta que estamos ofreciendo datos reales de observación comparados y no previsiones. Es más, a las 18:20 TU en que se supone tuvo lugar el mayor de los máximos, las observaciones de Glackin muestran un descenso acusado de la actividad, pues bajó de 3500 a 1500 meteoros por hora.

Otro australiano, P. Anderson, que estuvo observando desde Winton, nos ofrece los siguientes resultados. A las 17:26 TU veían 12 por minuto (720 / h), a las 17:45 18 (1080 / h), a las 17:55 TU observó el máximo con 40 fugaces por minuto, es decir, 2400 por hora. Entre las 18:08 y 18:18 observaron unas 20 por minuto, en claro descenso de actividad, y a las 18:21 15 por minuto, es decir, 900 por hora. Este reporte también contradice lo señalado por el IMO, pero señala el máximo unos 25’ después que Glackin.

Figura 4: resultados preliminares de la observación del máximo principal de las Leónidas desde el observatorio solar de Learmonth, Australia

Lo cierto es que dependiendo del lugar de observación se han ofrecido una gran diversidad de datos. Según las primeras estimaciones de los astrónomos del Instituto de Astrofísica de Canarias enviados a Australia, la lluvia de estrellas llegó a tener un máximo de intensidad de 4.000 meteoros a la hora. Los miembros de la expedición española Shelios leónidas 2001 viajaron a Australia con la esperanza de que las predicciones fueran correctas, y según indican en su diario de viaje publicado en internet, la tormenta que observaron tuvo una actividad muy alta, superior a cualquiera de los otros informes que hemos tenido ocasión de consultar. Señalan que entre las 3 y las 4 TL (17 –18 TU) vieron una gran cantidad de estrellas fugaces muy rápidas y brillantes que podrían responder a un THZ de entre 10.000 y 20.000 meteoros por hora, pues en ocasiones vieron hasta 4-5 fugaces por segundo. Puesto que hablan de informes preliminares, esperaremos a ver los resultados finales de su observación, pues la diferencia respecto a las otras estaciones australianas es muy alta.

Sin embargo, también en China llegó a observarse una gran tormenta de estrellas fugaces. Allí se alcanzó un pico de 10.000 meteoros por hora a las 01:30 TL del domingo. Esta es la primera vez en más de un siglo que semejante lluvia de meteoros es visible desde territorio chino. Según Li, uno de los expertos del observatorio Montaña Púrpura en Nanjing, capital de la provincia oriental de Jiangsu, "en una primera etapa se vieron los meteoros más brillantes que existen, cuya luminosidad supera incluso la de la luna llena, pero a partir de las 02:30 TL (17:30 GMT, 18:30 hora española) se hicieron más frecuentes los meteoros oscuros, hasta hacerse dominantes".

En la madrugada del lunes 19, los astronómos del Nobeyana Radio Observatorio en el centro de Japón llegaron a contabilizar unos 2.000 meteoros hacia las 2 de la madrugada y 3.000 después de las tres (TL). Los meteoros se elevaron vertiginosamente por encima del nevado pico del Monte Fuji, con bolas de fuego iluminando el cielo nocturno de Shirna, la mayor isla del sur japonés.

En Hong Kong, desde las playas alejadas de los centros urbanos, se pudieron contemplar rayos de luz iluminando el cielo cada dos o tres segundos. Compañías de autobuses organizaron servicios especiales a los lugares de observación más populares para disfrutar de la lluvia de estrellas fugaces, mientras que otros utilizaron sus azoteas en Sai Kung al este de Hong Kong.

A continuación podemos ver los datos publicados por el IMO:

Día  TU Long.sol obs  THZ  
-------------------------
18  0100 235.732  8    52   
18  0300 235.816  9    80   
18  0500 235.900  8    95   
18  0630 235.963  5   160  
18  0730 236.005  7   200  
18  0815 236.036  5   150  
18  0845 236.057  5   270  
18  0915 236.078  6   430  
18  0945 236.099  6   570  
18  1015 236.121  6   790  
18  1045 236.142  5  1000  
18  1130 236.173  2   400  
18  1300 236.236  2   370  
18  1430 236.299  1   320  
18  1530 236.341  3   490  
18  1630 236.383  3   780  
18  1700 236.404  4  1100  
18  1730 236.425  4  1550  
18  1800 236.446  5  2320  
18  1820 236.460  7  2850  
18  1840 236.474  7  2430  
18  1900 236.488  6  1580  
18  1920 236.509  5  1160  
18  1940 236.516  5  1020  
18  2000 236.530  7   800  
18  2030 236.551  5   470  
18  2120 236.587  5   150  
18  2220 236.629  4   130  

Aunque no hayamos tenido noticias al respecto, las leónidas han debido suponer un auténtico problema para los satélites que orbitan nuestro planeta. Hay que tener en cuenta que el nivel de actividad de la tormenta, con unos 3000 ó 6000 meteoros por hora durante el máximo, ha aumentado el peligro real de impacto contra estas máquinas. Sin ir más lejos, en 1993 el satélite Olympus de la agencia espacial europea fue perdido después de la lluvia de las perseidas de aquel año. El departamento de defensa de los EEUU y la NASA realizaron un estudio del peligro potencial de los meteoros y concluyeron que la descarga eléctrica potencial de las Leónidas durante las doce horas vecinas al máximo puede ser equivalente a muchos meses o incluso años de exposición normal del satélite, con lo que la degradación provocada por los meteoros es patente. Por ello, durante la última tormenta de las Leónidas se han tomado medidas de protección para muchos satélites como cambiándolos de orientación o desconectando ciertos equipos. Así, por ejemplo, el año pasado el telescopio espacial Hubble fue rotado de modo que sus espejos no estuvieran encarados hacia la nube meteórica y, de igual modo, sus paneles solares fueron alineados para minimizar los posibles impactos. Igualmente, el famoso satélite solar SOHO fue rptado 120º, cerró sus tapas de protección de instrumentos y desconectó 10 de los 12 instrumentos de abordo para prevenir daños eléctricos.

Como podemos ver en la figura 5, desde el espacio también debe ser impresionante observar la entrada de las Leónidas en la atmósfera terrestre y su desintegración. Esta toma, una imagen compuesta del satélite MSX que recoge los meteoros filmados en un período de 48’, se realizó aprovechando la lluvia de Leónidas de 1997, lluvia que tuvo un THZ máximo de 150 meteoros por hora. En el fondo se observan estrellas de la constelación de Aries. Las nubes de la atmósfera aparecen brillantes, aún siendo de noche, debido a la Luna llena que empobreció tanto la observación durante aquel año.

Figura 5: Léonidas de 1997 fotografiadas desde el satélite MSX.

Perseidas 2001

En Huygens 32 presentamos los resultados que el equipo de observación de meteoros de la AAS concluyó a partir de una observación realizada entre las 20:30 y 23:45 TU del 12 de agosto de 2001. Dado que el IMO ha publicado los resultados globales de actividad de la lluvia de las Perseidas de 2001, creemos interesante exponerlos aquí:

Día    
TU    longSol    THZ    
----------------------------
Jul22  
0000   119.25    5.8   
Jul27  0000   124.03    3.7   
Jul28  
0000   124.98    5.7   
Jul29  0000   125.94    3.7   
Jul30  
0000   126.90    5.4   
Aug07  2100   135.39   13.2   
Aug09  
0000   136.47   12.6    
Aug11  0000   138.38   37.4   
Aug11  
1430   138.96   66.9   
Aug11  2115   139.23   46.1   
Aug11  
2230   139.28   45.1   
Aug11  2330   139.32   61.3   
Aug12  
0050   139.38   69.4   
Aug12  0150   139.42   55.8   
Aug12  
0415   139.51   54.5   
Aug12  0900   139.70   82.8   
Aug12  
2000   140.14   91.2   
Aug12  2120   140.20   71.4   
Aug12  
2230   140.24   64.9   
Aug12  2330   140.28   93.8   
Aug13  
0030   140.32   83.0   
Aug13  0150   140.38  103.2   
Aug13  
0800   140.62   52.7   
Aug14  0000   141.26   40.9 
Próximas lluvias

Para los próximos dos meses hay un buen número de lluvias meteóricas, pero de ninguna de ellas debemos esperar gran cosa. En algunas el THZ máximo es de un único meteoro por hora, otras son detectables por radio-eco o por medio de prismáticos o telescopio, algunas incluso no se sabe realmente si existen. No obstante, a continuación las pasaremos a resumir para que el observador decida por él mismo el interés que pueda tener hacia ellas. La única recomendable para el aficionado en general es la lluvia de las cuadrántidas, pues esta es realmente una de las grandes lluvias de estrellas fugaces que tienen lugar a lo largo del año. Las demás lluvias es preferible dejarlas para los que tengan un interés grande en el campo de la observación de meteoros.

Es interesante señalar que durante el primer trimestre del año se alcanza el mínimo anual de actividad de meteoros esporádicos, lo cual puede ayudar en cierta medida q que los meteoros que observemos puedan ser encajados con un poco más de garantía en una lluvia concreta.

Cuadrántidas
Esta es la lluvia principal que vamos a poder observar. En 2000 el máximo fue el 4 de Enero a las 5:29 TU y en 2001 fue el 3 de Enero a las 11:36 TU. En esta última lluvia el máximo dio unas 130 fugaces por hora, una cifra típica para las cuadrántidas. Si alguno tiene interés en seguir esta lluvia, la mejor del año tras las Perseidas (exceptuando los años de tormenta de Leónidas), puede comprobar en las estadísticas de la última lluvia su comportamiento en las horas cercanas al máximo. Se puede observar como durante muchas horas, la lluvia tiene una actividad cercana o superior al 50% del máximo, cosa que favorece mucho el atractivo que ofrece al observador: 
Día       TU   longSol THZ
--------------------------
Ene 02   2300   282.63  13 
Ene 
03   0230   282.78  26 
Ene 03   0510   282.89  17 
Ene 
03   0740   283.00  56 
Ene 03   0940   283.08  61 
Ene 
03   1120   283.15  68 
Ene 03   1330   283.24 131 
Ene 
03   1500   283.31 118 
Ene 03   1720   283.41  82 
Ene 
03   1910   283.48  95 
Ene 03   2110   283.57  79
Ene 04   
0400   283.86  16 
Las cuadrántidas tienen su radiante en la constelación de Bootes y el período de actividad de la lluvia es bajo, pues solo dura desde el 1 al 4 de Enero, con el máximo generalmente el día 3 de Enero. El origen de la lluvia es eclíptico y la velocidad geocéntrica de sus meteoros es baja, de 43 km/s. Recordemos que la velocidad geocéntrica de las Perseidas es de 60 km/s y la de las Leónidas 72 km/s.
Zeta Aurígidas
Esta lluvia desarrolla su actividad entre el 11 de Diciembre y el 21 de Enero, alcanzando el máximo entre el 31 de Diciembre y el 1 de Enero. La lluvia fue detectada por primera vez por William F. Denning en 1885. Se trata de fugaces muy lentas, con velocidades geocéntricas de unos 32 km / s y la actividad es también baja, si bien pueden aparecer algunos bólidos de interés. Proceden de Auriga, pero el radiante ocupa muchos grados de extensión.
Gamma vélidas
Con radiante en AR132 Decl –47º, es una lluvia de la que no podremos ver su foco. De hecho, esta lluvia fue dada a conocer en 1979, es decir, en fechas relativamente recientes. Su observación dura desde el 1 al 17 de Enero, y el máximo se produce entre el 5 y 8 de Enero. No obstante, el THZ es muy bajo, unos 7 meteoros por hora. Según datos publicados por la WAMS (Western Australia Meteor Section) la magnitud media de estos meteoros es de 2.9 y sólo el 3.7 % dejan estela. En cuanto a los colores de las fugaces, el 10% es naranja, otro 10% amarillo, 20% azul y 60% blanco.
Rho Gemínidas
Dura entre el 28 de Diciembre y el 28 de Enero. El día del máximo, el 8 de Enero, el radiante está en AR 108º Decl 32º. Un segundo máximo suele ocurrir hacia el 21 de Enero en AR 125º decl 25º. El descubrimiento de esta lluvia se produjo en 1872 por miembros de la asociación italiana de meteoros. La actividad es muy baja.
Dracónidas de Enero
Llamadas así para ser diferenciadas de las Dracónidas que tienen lugar en el mes de Octubre. Las evidencias que atestiguan la existencia de esta lluvia son escasas todavía, por lo que se necesita la colaboración de los observadores para detectar meteoros de este grupo. La principal prueba procede de 1969, cuando Z. Sekanina llevó a cabo el Radio Meteor Project, durante el cual fueron detectadas entre el 13 y 17 de Enero un total de 32 fugaces con un radiante medio en AR 246º Decl 62.4º. Las observaciones visuales de meteoros pertenecientes a esta lluvia son muy raras, quizá debido a su corta duración. Esto puede ofrecer un aliciente al observador pero, desde luego, no solo debe ser muy experimentado en la observación visual sino también estar preparado para, tras decenas de horas de observación no ver ni una sola Dracónida de Enero. La lluvia dura entre el 10 y el 24 de Enero y el máximo se produce entre el 13 y 16 de Enero.
Eta Cratéridas
Del 11 al 22 de Enero con máximo entre el 16 y 17 de ese mes cuando el radiante está en AR 176º y Dec –17º. La magnitud media de las componentes es 4 y su velocidad rápida. El radiante se conoce desde 1892. Su máximo no es superior a la tasa de fugaces esporádicas que se dan por hora.
Delta Cáncridas
Dicha lluvia sucede entre el 14 de Diciembre y el 14 de Febrero y tiene su máximo el 17 de Enero en AR 128º Decl 20º. Fue detectada por vez primera en 1872 por miembros de la asociación italiana de meteoros. Durante décadas esta lluvia se ha dado por desaparecida, tal es su nivel de actividad. En Enero de 1976 N.W. McLeod vió 12 meteoros en 7 horas, y eso que era el momento de su máximo.
Bootidas de Enero
Tienen lugar entre el 9 y 19 de Enero, con el máximo entre el 16 y 18 de Enero en AR 226º Decl 44º. Fue descubierta en la década de 1870. La velocidad geocéntrica de sus meteoros es de 29 km/s. La actividad que tiene esta lluvia durante el máximo es baja, si bien desde Jodrell Bank el radar consiguió detectar 25 por hora en 1957. 
Alfa Hídridas
Del 15 al 30 de Enero, tienen su máximo el 20/21 de Enero con un THZ de 2-5 meteoros por hora desde el radiante situado en AR 140º Decl –9º. La lluvia fue descubierta el 15 de Enero de 1929 por R.A. McIntosh. El 56% de sus componentes son de color blanco, el 37% amarillo y el 6% azul. Solo un 10% suelen dejar una estela.
Eta Carínidas
Del 14 al 27 de Enero, con máximo el 21/22 de Enero con un THZ de 2-3 meteoros por hora. El radiante está en AR 160º y Decl –59º, por lo que queda siempre debajo de nuestro horizonte. La lluvia fue descubierta por C.S. Nilsson por medio de observaciones de radio-eco desde el observatorio australiano de Adelaida en 1961. Las primeras observaciones visuales también fueron realizadas desde Australia desde 1969 a 1980, cuando el THZ se contabilizó en un único meteoro por hora. Desde 1983 a 1986 el THZ fue tan bajo (menor que uno ya es nada) que se dio por virtualmente inexistente.
Cánidas
Desarrolla su actividad entre el 13 y el 30 de Enero, con máximo el 24/25 de Enero. La existencia de esta lluvia está comprobada únicamente por las mediciones de radio realizadas por Sekanina en los años sesenta del siglo XX. Sin embargo, los observadores que utilicen prismáticos o telescopios para seguir esta lluvia si que podrían detectar algún ejemplar de la misma. El radiante medio está en AR 113.4º y Decl 12.6º.
 Alfa Leónidas

Descubiertas por radio en los años sesenta del siglo XX. Abarcan un período de tiempo de un mes, entre el 13 de Enero y el 13 de Febrero, aunque realmente podrían empezar el 28 de Diciembre. El radiante está en AR 156º Decl 9º en el momento del máximo, que se da entre el 24 y 31 de Enero. Esta lluvia es un buen ejemplo de lluvia telescópica, pues las fugaces suelen ser muy débiles. El THZ máximo es de 10 por hora.

Figura 6: Desintegración de una Leónida y formación de colas múltiples

 Delta Leónidas

Desarrolla su actividad entre el 15 de Febrero y el 10 de Marzo, y tiene el máximo el 24 de Febrero con un THZ de 2 meteoros por hora en AR 168º y Decl 16º. El diámetro del radiante es de cinco grados y la velocidad geocéntrica de sus miembros es lenta, pues solo alcanzan los 23 km / s. Esta lluvia parece ser una manifestación temprana de la lluvia de las Virgínidas. El interés principal de esta lluvia está en saber que su origen se asocia al asteroide 4450 Pan, pues sus parámetros orbitales son muy parecidos.  

Como habéis podido comprobar existen muchas más lluvias aparte de las Leónidas y de las Perseidas. Solo en el listado que hemos ofrecido en las líneas anteriores, válido para los meses de Enero y Febrero, tenemos una colección de 13 enjambres, lo cual puede hacernos una idea aproximada de la cantidad de lluvias que tienen lugar a lo largo del año. No obstante, si hubieramos presentado una lista completa de los enjambres de Enero y Febrero este apartado se habría extendido en demasía, pues se contabilizan unas 32 lluvias en total, si bien casi todas tienen una actividad muy baja.

Bibliografía
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2001”, SOMYCE (2000), 5-6.
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(12 de Agosto de 2001)”, Huygens 32 (2001), 42-48.
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(2001), 58-72.
J.M. Trigo Meteoros: fragmentos de cometas y 
asteroides (Madrid, 1996), 75 y 78.
Internet
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http://spaceweather.com
http://www.uk.net.au
http://leonid.arc.nasa.gov
http://www.leonidstorm.com
http://www.shelios.com
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